¿Habéis visto por ahí fantasmas, vampiros, brujas, muertos vivientes, almas en pena…? ¿Todavía no? Pues ¡cuidado! porque están a punto de salir. Con o sin calabaza siniestra, en breve será la noche de Halloween y el día de Todos los Santos, y las tradiciones de un lugar, si tienen éxito, suelen exportarse a todos los rincones del mundo.
Nuestros niños y niñas se han sumado a esta fiesta tradicional de los países anglosajones, dedicando un día al año a recordar las almas de los ausentes, a los muertos, al miedo y al horror. Jugar con arañas, bichos, merendar golosinas en forma de dedo sangriento o colmillos de Drácula, y demás cosas dulces con aspecto repugnante.
A los niños les encantan los sustos, disfrazarse de cosas terroríficas, la oscuridad…Todo lo relacionado con esta fiesta está lleno de magia y misterio. Es una noche excelente para ir a oscuras con una linterna, cocinar pastel de calabaza, contar cuentos escalofriantes con final feliz y ayudar a los más miedosos a vencer el miedo.
Halloween se acerca y en los fogones de GESS ya estamos elaborando nuestra pócima mágica , “una dosis de inspiración, un poco de creatividad y mucho ánimo” para pensar en los detalles horrorosos, necesarios para tener todo preparado y celebrar esta fiesta que tanto gusta a los pequeños y soñar con, un año más, poder disfrutar de esa pícara sonrisa que se les dibuja al pronunciar las palabras “Truco o Trato”
¡Tened unos cuantos caramelos preparados, para endulzar a nuestros bichos vivientes!